Gravity Zero 4.0
Cualquier parecido con un blog real es pura coincidencia, que se os tiene que explicar todo

Todos tenemos algunos; hoy hablo de los míos

No hay quien se libre de ese subgrupo de amigos que, a pesar de ser considerados como amigos y no como colegas o conocidos, parecen no entender como funcionan las cosas. Dicho directamente, no acabo de entender a determinada gente que como no le llames tú, no sabes nada de ellos. Parece que cuesta mucho coger un teléfono cinco minutos o escribir un mail o sms. La gracia es que luego se excusan en que no tienen tiempo. Por favor, ¿nadie tiene un minuto para un amigo? Por favor.

La gente cree que los amigos son como las aspiradoras, que están ahí guardadas en el armario sin rechistar y que sólo has de sacar cuando te haga falta limpiar el polvo.

Pero los amigos, los buenos sobretodo, son muy exigentes.

El caso es que cuando haces un poco de retrospectiva y te das cuenta de que las últimas 15 llamadas las has hecho tu, y que cuando se ha quedado es porque tú te has empeñado, llega un momento en el que piensas: «hay que joderse».

Así que este es un aviso para los que me tocan a mi, que son unos cuantos. Por supuesto no voy a decir nombres, más que nada porque son inteligentes y sabrán darse por aludidos. Que sepáis que ando un poco hasta las pelotas de todo, así que no pienso seguir yendo detrás de la gente. No contéis conmigo para seguir siendo el que toma la iniciativa para dar un telefonazo y saber si seguís con vida. Si no sois lo suficientemente amables como hacer por una vez lo que casi siempre hago yo, igual decido pasar de vosotros 3 kilos. Igual os dáis cuenta de que llegáis tarde y dejo de interesarme por vosotros.

Y, lo siento mucho, en el caso de que esto suceda, habrá que pensar cual de las dos partes pierde más, modestia aparte.

Ahí queda eso.

No hay respuestas to “Todos tenemos algunos; hoy hablo de los míos”

Deja un comentario